Él es como una droga para
ti – Jake habló con voz pausada y amable, sin atisbo
de crítica-. Ahora veo que no eres capaz de vivir sin él. Es demasiado
tarde, pero yo hubiera sido más saludable para ti, nada de drogas, sino el aire,
el sol.
Las comisuras de mis labios se alzaron cuando esbocé una media sonrisa.
-Acostumbraba a pensar en ti de ese modo, ya sabes, como el sol, mi propio
sol. Tu luz compensaba sobradamente mis sombras.
Él suspiró.
-Soy capaz de manejar las sombras, pero no luchar contra un eclipse.