sábado, 9 de octubre de 2010

Y es que tengo tantas ganas de gritar, de decirle a todo el mundo que ya esto me está matando, que quiero verla sufriendo por el simple hecho de que no acepto sus decisiones para conmigo. Quiero explotar! Gritarle todo lo que siento y hasta enterrarla viva para que sepa lo que se siente. Y es que la amo, en serio; pero me saca. Quiero descargarme, decirle todo lo que opino sobre su despreciable persona, gritarle a todos que es una mierda vivir así, y creo que es ahora donde entiendo el porqué no lo hice ni lo hago ni creo que lo haré; simplemente porque, como muchas veces anteriores, no voy a ser escuchada. Y entonces que caso tiene seguir insistiendo? No se supone que cuando uno quiere expresarse los demás están predispuestos a escuchar? No es esa la ley natural de la vida? No. Estamos predestinados a ser una masa de engreídos, egoístas, mal aprendidos, sobrestimados y sobre valuados en la vida misma que ya nadie se toma enserio a la gente. Cada vez entiendo menos a la gente... en los mundos de sus ombligos también son los ombligos de sus mundos. Cada vez me gusta menos la gente...