miércoles, 8 de agosto de 2012

Armando mi propia saga, en la vida real - Parte 2

Volvió Jacob, gente. Así es. A Edwart no le cae muy bien, pero va a tener que acostumbrarse. Hoy lo vi, estuvimos cara a cara. Fue como si no existiera nada más, no pasaba el tiempo, nos perdimos en nuestra charla y no podía parar de mirarlo a los ojos. Me sigo sintiendo completa... y hasta que ese sentimiento no cambie no me pienso separar de él.
Capas que estoy siendo algo egoísta con Edwart, pero no me queda otra. Los necesito a los dos, ahora más que nunca. No voy a renunciar a ninguno de ellos.
En fin, volviendo a que hoy vi a Jacob... Esta tan lindo como siempre. Me hizo reír mucho... y hace mucho que no reía así. Me miró con esos ojos oscuros y no podía salir de ahí con facilidad; se me ponía la piel de gallina, sentía un calor intenso que me recorría el cuerpo. No quería abalanzarme sobre él, traté de contener mis ganas, no con mucho éxito, pero traté -
Intenté mantenerme concentrada en mi capuchino, mirar el vaso mientras él me hablaba y tomaba mis manos. No pude más. Necesitaba tocarlo, sentir que todavía estábamos ahí los dos, que no era un sueño. Toqué sus manos, las apreté fuertemente junto a las mías. Él sonrió y a mi se me separó la tierra.
Cuando llegó el momento me miró, me sostuvo en sus brazos y me acercó a él para un abrazo de despedida. No podía creer que el día fuera tan corto.
- Hasta mañana, Jacob. - Le dije.
Y él se despidió dándome un beso en la mejilla de esos que deseas que fueran de verdad.


- Así estaba en ese momento, con la cara de feliz cumpleaños -